BERTHA BENZ: LA MUJER MÁS IMPORTANTE DE LA HISTORIA DEL AUTOMÓVIL

Bertha Ringer en 1871

Muchas son las mujeres que a lo largo de la historia han destacado en el mundo del automóvil, pero, para mí, la más importante de todas es Bertha Benz. En un día como hoy, 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, quisiera rendirle un pequeño homenaje con este post.

Nacida como Bertha Ringer el 3 de mayo de 1849 en Pforzheim (Alemania), se casó con Karl Benz a la edad de 23 años, con el que tuvo 5 hijos. Se convirtió en la primera automovilista de la historia al realizar el primer trayecto de larga distancia con un automóvil. Gracias a su iniciativa y fuerza, demostró al mundo que el automóvil era un nuevo y revolucionario medio de transporte. 

El 29 de enero de 1886, Karl Benz solicitó la patente de su “vehículo accionado por motor de gas” de tres ruedas. La solicitud número 37435 se considera como la partida de nacimiento del automóvil. El Benz Motorwagen Patent 1, nombre oficial del vehículo, estaba propulsado con un motor monocilíndrico de cuatro tiempos de 954 cc, que le otorgaba 0,9 CV de potencia a 400 rpm, alcanzando los 16 km/h de velocidad máxima. Disponía de una caja de cambios de 2 velocidades y su consumo era de 10 litros a los 100 km.

Réplica del Motorwagen

Karl fabricó tres vehículos motorizados más con estas características, vehículos experimentales que solo recorrieron trayectos muy cortos de muestra a las afueras de Mannheim, donde residía la familia. Tanto Karl, como el resto de la opinión pública de la época, pensaba que aquel invento excéntrico ¡no servía para nada! Las finanzas de los Benz se empezaron a resentir y Karl pensó en abandonar el proyecto y construir solo los motores que él había patentado. Pero Bertha no pensaba igual y decidió demostrar la utilidad real del vehículo para el público y dar a su marido la confianza necesaria de que sus construcciones tenían futuro. Para ello determinó realizar un viaje largo con el vehículo para demostrar la viabilidad del mismo. Pensar que realizar un viaje en aquellos años era poco más que una locura, con unas carreteras inexistentes y sin ningún tipo de asistencias para el automóvil.

EL VIAJE

A primera hora de la mañana del 5 de Agosto de 1888 emprendió el viaje junto con dos de sus hijos, Eugen y Richard, de 15 y 13 años, respectivamente. Lo hizo sin el conocimiento de su marido, por lo que, empujaron el coche (el Motorwagen 3) lejos de la vivienda antes de ponerlo en marcha. El viaje les llevó desde Mannheim hasta Pforzheim, ciudad natal de Bertha y donde residía su madre. Debido a que ninguno de los tres sabía como ir hasta allí, eligieron tomar el camino más conocido, lo que les conllevó dar un gran rodeo y adentrarse en zona montañosa.

Representación del viaje

No fueron pocos los problemas con los que se encontraron a lo largo del recorrido. El primero fue el del combustible: con un depósito de solo 4,5 litros de capacidad, Bertha compró ligroína (éter de petróleo), combustible utilizado por el vehículo, ¡en la farmacia! de la ciudad de Wiesloch, que aún hoy existe y exhibe una placa como la “primera estación de servicio”. Además, repostaron otras dos veces antes de llegar a su destino. Los frenos se desgastaban muy rápido, con lo que a Bertha se le ocurrió cubrirlos con cuero, que hizo cambiar en varias zapaterías a lo largo de la ruta, inventando así las fundas de las pastillas de freno. Además el coche consumía agua a razón de ¡150 litros cada 100 kilómetros! Por ello tuvieron que detenerse en todas las fuentes que encontraban en el camino. Bertha también tuvo que desatascar el carburador con una aguja de cabello y utilizar una de sus ligas para recubrir un cable eléctrico pelado. Además, se rompió la cadena de la transmisión y tuvieron que acudir a un herrero para repararla. En la zona montañosa comprobaron que las dos velocidades y la escasa potencia del motor no eran suficientes para subir las cuestas, por lo que tuvieron que apearse y empujar el vehículo en todas ellas e incluso pedir ayuda a los lugareños para que les ayudasen con aquella extraña máquina. Por suerte no hubo pinchazos, ya que, las dos ruedas posteriores eran de madera recubierta por un aro de metal y la delantera era de caucho macizo. 

Grabado de la farmacia de Wiesloch

Con las últimas luces del día lo viajeros llegaron a su destino. Lo primero que hizo Bertha al llegar, fue enviar un telegrama a su marido para no preocuparlo: “Llegados sanos y salvos”, rezaba. Tres días después, hicieron el camino de vuelta en el coche con idéntico éxito, pero esta vez por una ruta más directa. El viaje total cubrió 194 km. 

Recorrido del viaje. En azul el camino de ida (*)

El acontecimiento, sensacional para la época, se divulgó rápidamente. Los críticos quedaron convencidos de la fiabilidad del invento. El viaje dio la confianza al público en general, que vio como el automóvil podía acercar significativamente las distancias. Además la experiencia vivida ayudó a introducir varias mejoras en el desarrollo técnico del automóvil, tales como, la introducción de un engranaje adicional para subir las pendientes y las fundas de los frenos para mejorar su potencia. El negocio familiar comenzó a recibir sus primeros pedidos. Las ventas fueron en aumento y en unos cuantos años, aquella empresa familiar, se convirtió en uno de los mayores fabricantes mundiales de vehículos. No cabe duda de que sin la intervención y el arrojo de Bertha Benz, el automóvil lo hubiera tenido un poco más difícil en su viaje hacia el futuro. Bertha demostró que este invento iba a redefinir los conceptos de tiempo y distancia, y a modificar de forma permanente los hábitos de vida de millones de personas.

HOMENAJES

- Cada dos años en Alemania se conmemora la hazaña con un desfile de coches clásicos.

- En el 120 aniversario del logro, la ciudad de Pforzheim presentó el monumento homenaje a Bertha Benz, creado por el artista René Dantes, que representa el movimiento. Dicha escultura se sitúa en el casco antiguo de la ciudad, cerca de la histórica ruta que Bertha siguió para salir de la ciudad.

Monumento a Bertha Benz

- En 2008, la ruta realizada por Bertha, fue aprobada oficialmente como Patrimonio de la Humanidad. Ahora todo el mundo puede hacer el recorrido, que se encuentra señalizado desde Mannheim a Pforzheim, a través de Heidelberg (Bosque Negro) y de regreso.

- En 1944, en su 95 cumpleaños, se le concedió el título de “Senadora Honorable”, por la Universidad Técnica de Karlsruhe, donde su marido se licenció. Dos días más tarde, murió en su villa de Ladenburg, donde estaba el taller de su marido construido después de que se trasladarán allí en 1906 y establecieran un negocio exclusivamente familiar “Benz & Sons”.

(*) Mapa creado por Nuri148, de su blog: "Nuri Cientocuarentiocho".